15 Enero 2020

Francisco de Goya visto desde Vallecas por el pintor Pedro Sánchez

Publicado en Reportajes

Acceso gratuito al libro “Rumor de límites, memorias del desasosiego”

José Luis Belinchón | Vallecasweb
Dentro la obra literaria de Pedro Sánchez, pintor y autor vallecano en quien ha ejercido una poderosa influencia Goya, se encuentra un libro denominado “Rumor de límites, memorias del desasosiego”, dedicado a hacer un breve pero profundo repaso por Goya y su obra, haciendo especial hincapié en Las Pinturas Negras, que en su día lucieron en las dos plantas de la Quinta del Sordo.



Se trata de un libro, como todos los de Pedro Sánchez González, que los escribe, los pinta, los talla para él, por coherencia intelectual, como término de un proceso de trabajo: el objeto pretendido no es el libro, es el conocimiento, que después irradia hacia alumnos y amigos. Ahora, con el apoyo de las nuevas tecnologías, lo pone generosa y gratuitamente a disposición de quien quiera profundizar en temas de sus mundos.

Se me antoja que puede ser un libro muy útil para todos aquellos a quienes les gusta proyectar una mirada crítica, ver más allá de lo aparente, en este caso en relación con la pintura. Precisamente, sobre Las Pinturas Negras y los Desastres de la Guerra, Pedro nos regaló en Vallecas hace poco más un año dos conferencias —ampliamente ilustradas— resumiendo sus investigaciones.

Como digo, en el libro citado, que yo llamaría sin más “Introducción a Goya”, el autor nos hace viajar en una actitud dialogante a través de una larga y convulsa época (véase el índice). Se trata de una extraordinaria guía quizás única, un método para ver y comprender el arte fuera o complementariamente a la frialdad museística, lugares donde los objetos están, por lo general, fuera de contexto, quizás porque no puede ser de otra manera.

Índice del libro “Rumor de límites, memorias del desasosiego”. (© Foto: VALLECASWEB.COM)Índice del libro “Rumor de límites, memorias del desasosiego”. (© Foto: VALLECASWEB.COM)

Nos saltamos los capítulos 1 y 2, Nota aclaratoria y el Preámbulo, respectivamente y pasamos directamente a la Cronología y Breve contexto histórico (capítulos 3 y 4), que quizás deberían estar al final del libro, con hechos y personajes sin los que es imposible entender cuáles fueron las aguas profundas que motivaban a Goya temáticamente. El capitulo 5 habla de la evolución estilística que, en el caso de Goya, no fue lineal sino que tuvo etapas muy diferenciadas, como la de los murales eclesiásticos, los del Aula Dei (en 1771) mural para la bóveda de la Basílica del Pilar y Santa Cueva de Cádiz, en 1797. Al año siguiente recibe el encargo de pintar el que puede ser su mejor mural: La Ermita de San Antonio de la Florida, obra de pintura religiosa en la que ejercía como mecenas la poderosísima Iglesia Católica.

Continúa en 1778 con grabados, aguafuertes, aguantinas y litografías, cuya intención es la popularización de la obra de algunos de sus maestros, principalmente Velázquez, a quien dedica 14 planchas grabadas al aguafuerte. Después vienen Los Desastres de la Guerra (de la Independencia) de cuyo estudio Pedro ha extraído una documentada versión del papel de la mujer, inédito hasta ahora, donde se pone de relieve el enorme papel activo y pasivo (pasivo en el sentido de que sufrieron todo el dolor de la pérdida de seres queridos, haciendas y muchas veces resultaron violadas y vejadas) que ellas tuvieron en la contienda.

Fragmento de una de las pinturas murales en la Ermita de San Antonio de la Florida. (© Foto: VALLECASWEB.COM)Fragmento de una de las pinturas murales en la Ermita de San Antonio de la Florida. (© Foto: VALLECASWEB.COM)

Aguafuerte de Los Desastres de la Guerra, de Francisco de Goya. (© Foto: VALLECASWEB.COM)Aguafuerte de Los Desastres de la Guerra, de Francisco de Goya. (© Foto: VALLECASWEB.COM)

En el capítulo 6 se comentan las enfermedades de Goya, donde se ofrecen muchas claves de su peripecia vital. A continuación, en el capítulo 7, habla de la Quinta del Sordo, explicando cómo es este lugar, hoy mágico para la historiografía goyesca, que llegó a poder de Goya y muchas de las cosas que allí sucedieron en vida y después del fallecido del genial pintor aragonés. Conocer qué fue la Quinta del Sordo dentro de la obra de Goya (cuyo nombre, por cierto, no hace referencia al propio Goya aunque también llegó a padecer sordera, sino que ya venía dado), qué significó para él ese espacio de privacidad, de libertad, del que no tenía que rendir cuentas a sus patrocinadores. Es en la Quinta del Sordo donde se da la versión más íntima de Goya, donde todo era suyo, su intimidad, su espacio, sus enfermedades y neuras, etc.

Aquí Pedro desmenuza y cuenta, cuadro a cuadro, su versión respecto al significado, técnica, traspaso de la pared al lienzo, su deterioro, reconstrucción y comparación con los actualmente exhibidos, oponiendo y exponiendo cómo la narrativa del Museo donde se exhiben omite detalles fundamentales en cuanto a la integridad de las obras, que al resultar dañadas por diversas circunstancias como el abandono de la Quinta, la exposición a fenómenos climatológicos o su traspaso como pinturas al fresco a otro soporte, han necesitado de la intervención de terceros y, a juicio de Pedro, esto se debería explicitar.

Fotografía de época de la Quinta del Sordo. (© Foto: VALLECASWEB.COM)Fotografía de época de la Quinta del Sordo. (© Foto: VALLECASWEB.COM)

Cabe decir, por hacerlo de manera positiva y propositiva, que ésta es una buena manera de ver, aprender o aprehender y aproximarse a lo que es el arte, es una forma de mirar arte vivo, porque el arte como se expone en los museos, por limitaciones propias de estas instituciones, está normalmente descontextualizado. Para cualquiera que pretenda aproximarse a Goya es sin duda una buena idea utilizar la puerta que ofrece este libro para hacer que la lectura y el arte puedan ser reconfortantes y amenos. La interlocución después, con la obra, cualquier obra, esté donde esté, cobra otro sentido.

Muchas gracias a Pedro por este minucioso trabajo que nos regala siguiendo con su filosofía: la de ese ser un anacoreta que nada quiere más allá del trozo de pan que le asegura la modesta pensión derivada de toda una vida de trabajo en la Casa de la Moneda, donde dejó muchas muestras de su (in)genio, tanto en el trabajo por encargo como en múltiples obras que no se llegaron a editar y otras que sí, algunas de ellas —entre las que se encuentra algún mural— se exponen en el propio Museo de esta Casa de la Moneda.

Pedro Sánchez González, 73 años, vallecano de toda la vida, es un tipo difícil de definir; es por un lado arisco y por otro tierno y suave como un peluche. Es quizás de la única forma que se puede ser: como un ermitaño, austero hasta para dormir, porque su visión del mundo le impulsa permanentemente a poner un espejo ante los ojos de la gente para que veamos hasta dónde estamos de mierda.

Es un tipo renacentista con una percepción inteligente del mundo; digo inteligente en el sentido de que siempre intenta analizar y sintetizar todo, llegar hasta la esencia de las cosas, ya sea la historia, la arqueología, la pintura o la arquitectura, de ahí lo de renacentista.

Si yo tuviera que definirle, diría que su (pre)ocupación esencial de toda la vida ha sido la pintura, pero no la pintura como ejercicio académico o estético, ajeno a la vida, sino como elemento reflexivo, donde vierte su ser, pinta con el color de sus vísceras, y nos lo devuelve como elemento provocador del que salen estacas que se clavan en nuestros ojos, en nuestras conciencias.

El pintor vallecano Pedro Sánchez González durante la inauguración de la exposición “Plastipolleces, morfología del desgarro” celebrada en marzo de 2019 en el Centro Cultural Lope de Vega. (© Foto: J.J. MANCHA / Vallecasweb.com)El pintor vallecano Pedro Sánchez González durante la inauguración de la exposición “Plastipolleces, morfología del desgarro” celebrada en marzo de 2019 en el Centro Cultural Lope de Vega. (© Foto: J.J. MANCHA / Vallecasweb.com)

Lleva toda la vida pintando en Vallecas, donde tiene su estudio, un pequeño piso en la Colonia Perpetuo Socorro. En ese lugar hace permanentemente un ejercicio de contorsionismo estético-visual, para poder pintar y ver obras de grandes tamaños en pequeñas habitaciones de siete u ocho metros cuadrados.

Su última exposición formal de pintura, con obras de gran formato, esculturas y videos, tuvo lugar en marzo de 2019 en el Centro Cultural Lope de Vega de Entrevías, en Puente de Vallecas. Este año volverá a exponer, en el mismo Centro, otra parte de su obra, menos conocida y de pequeño tamaño: infografías, series de dibujos tratados digitalmente, una de cuyas series la dedica a la arquitectura popular, en la que recoge, en visión colorista, edificios tradicionales de distintas regiones, dotando a esas imágenes de una ilusión óptico-poética que te reconcilia plenamente con esos lugares.

Portada de “Rumor de límites, memorias del desasosiego”, libro de Pedro Sánchez González que se puede leer gratuitamente en Internet. (© Foto: VALLECASWEB.COM)Portada de “Rumor de límites, memorias del desasosiego”, libro de Pedro Sánchez González que se puede leer gratuitamente en Internet. (© Foto: VALLECASWEB.COM)

MÁS INFORMACIÓN
“Rumor de límites, memorias del desasosiego”.
Las Pinturas Negras de la Quinta del Sordo

Autor: Pedro Sánchez González.
 Año: mayo de 2017.
 Número de páginas: 322.
 Formato: digital.
 Precio: gratuito, se puede leer clicando en el enlace rumordelimites.

(*) En la imagen que abre esta información: Francisco de Goya y Pedro Sánchez, en sendos autorretratos. (© Foto: VALLECASWEB.COM)

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