Antonio Luquero | Vallecasweb
Hay noticias que nunca querrías dar y una de ellas es el fallecimiento de Antonio Castilla Ferrer. Implicado desde siempre en la defensa de los derechos de los rayistas y las personas discapacitadas de Vallecas, logró que se mejoraran los accesos para personas con movilidad reducida en el Estadio de Vallecas.

No recuerdo desde cuándo conozco a Antonio Castilla, pero casi me atrevería a decir que desde siempre. De hecho, si desde el inicio hubiera contado todas las veces que me he encontrado con Antonio a lo largo de estos años en lugares y eventos de lo más variopinto en el Puente y el Pueblo de Vallecas, el marcador superaría los tres dígitos. Esta situación se tornó tan habitual, que en más de una ocasión le comenté medio en serio medio en broma que era con toda probabilidad la persona de Vallecas con la que más veces me he topado en mi vida, más allá de mi propia familia.

Esta afirmación podría resultar extraña para quien de Antonio sólo haya percibido durante todos estos años su figura, que era la de una persona de estatura reducida asociada a su inseparable silla de ruedas. Por eso, que alguien con tanta dificultad para moverse estuviera en todos los sitios posibles no sólo resulta inaudito sino que rallaba el milagro, pero era así: Antonio estaba en todas partes en las que se le requería.



Si empezara a contar mis anécdotas vividas con Antonio no pararía, porque era una persona a la que siempre le pasaban cosas, bien porque le sucedían en primera persona, bien porque realizaba acciones para remover conciencias, en la mayoría de los casos buscando el beneficio de los aficionados del Rayo Vallecano o de las personas con discapacidad de Puente y Villa de Vallecas.

De Antonio Castilla puedo decir con orgullo que es la primera y única persona a la que he visto en mi vida derrapar con una silla de ruedas. Así, como lo cuento. Fue cuando estando yo parado en un semáforo entre la Avenida de Buenos Aires y la Avenida de Palomeras vi cómo un “bólido” me adelantaba por el hueco que quedaba entre mi coche y la acera y, pegando un brusco derrape de 90 grados hacia la derecha, subió de un brinco el bordillo y, tras un bote al estilo Dakar, trepó por la acera a toda velocidad para sorpresa y espanto de los viandantes. Igual que apareció a toda mecha, desapareció de mi vista. De no haber hecho esta maniobra, le habría resultado imposible saltar el bordillo de unas aceras que en absoluto estaban adaptadas para que pudieran acceder a ellas personas en sillas de ruedas.

Cuando yo le contaba este hecho a Antonio no sólo me confirmaba lo sucedido, sino que me lo corroboraba con estas palabras en las que no ocultaba su satisfacción: “¡Yo por entonces tenía una moto muy buena!”.

Para Antonio Castilla no había obstáculos. Y si los había, buscaba la forma de superarlos. Hace 25 años fue pionero en dirigir y presentar un programa de televisión para dar voz a los discapacitados en Tele K – Televisión de Vallecas. A las dificultades de sacar semanalmente un programa de estas características se añadía la dificultad de poder entrar a los estudios de Tele K, evidentemente no adaptados para sillas de ruedas. El plató, además, estaba en un alto, por lo que hubo que construir una estrecha y empinada rampa con suelo antideslizante de goma para que él pudiera acceder. Previo a esto había, en la entrada del edificio, un escalón insalvable que lograba superar gracias a que varios “voluntarios” levantábamos a pulso la “moto” para cabreo del propio Antonio, que quería hacer todo por sus propios medios.

En una ocasión, Antonio le metió a la moto tanto “gas” subiendo la rampa que casi hizo un caballito saliéndose por la derecha. No cayó al vacío porque entre varias personas sujetaron la silla y a Antonio, en el aire, en el último momento. Fue la ocasión en la que estuve más cerca de ver a Castilla dar un parte a su aseguradora por un “accidente de tráfico”.

Aunque también sucedió un día que, llegando al programa, pasó por encima del pie de un técnico de Tele K con la enorme y dentada rueda delantera derecha de aquella silla diabólica que asemejaba en aspecto a un tractor, entre los alaridos del damnificado que escupía rayos y centellas por la boca contra la silla y el propio Antonio no sé muy bien por qué... Yo, siento decirlo, no podía parar de reír, porque ver llegar a Antonio era siempre un espectáculo. De hecho, la sucesión de incidentes se hizo tan recurrente que ya sabíamos cuándo asomaba por la puerta de Tele K porque se corría la voz entre el personal: “¡Cuidado, que viene Antonio Castilla!”. Ahora, en la distancia, no sé si me hacían más gracia todas estas situaciones o cuando las recordaba con el propio Antonio y entre los dos nos contábamos nuestras batallitas, que terminaban siempre a carcajada limpia.

Ángel Domínguez “Gelo” y Antonio Castilla en un acto contra la familia Ruiz-Mateos y el Grupo RUMASA celebrado en el Restaurante Cota en 2011. (© Foto: ANTONIO LUQUERO / Vallecasweb.com)

Antonio Castilla con Luis Miguel Redondo, compañero de Matagigantes.net. (© Foto: ANTONIO LUQUERO / Vallecasweb.com)

Castilla Ferrer preparado para la llegada del verano. La fotografía está tomada el 5 de junio de 2012. (© Foto: ANTONIO LUQUERO / Vallecasweb.com)

El alcalde Juan Barranco en animada conversación con Antonio Castilla en el Pueblo de Vallecas. La imagen es del 13 de septiembre de 2012. (© Foto: ANTONIO LUQUERO / Vallecasweb.com)

Antonio Castilla fue pionero y contribuyó decisivamente en la creación de la “Peña Rayista de Discapacitados, Familiares y Amigos”. Simultáneamente propuso a Teresa Rivero (por aquél entonces flamante presidenta del Rayo Vallecano) que el Club colaborara con actividades para los niños y jóvenes de Vallecas, lo que dio lugar a la creación de una Escuela de Ajedrez. Aunque la iniciativa no duró en el tiempo, varios nietos de la propia presidenta llegaron a jugar partidas (en sábado por la mañana) e incluso la propia Junta Municipal de Puente de Vallecas se llegó a implicar.

También se empeñó en que el deporte para discapacitados llegara a las instalaciones vallecanas, en su mayoría no adaptadas para el acceso de personas con dificultades de movilidad. Antonio Castilla estuvo en el ajo para que un equipo de Baloncesto en Silla de Ruedas “made in Vallecas” lograra jugar la liga municipal en el Polideportivo de Puente de Vallecas (hoy CDM Ángel Nieto) en la calle del Payaso Fofó. El objetivo se cumplió, pero la falta de interés y apoyo por parte de las instituciones hicieron que la semilla no germinara en el tiempo.

La falta de instalaciones adaptadas no impidió que Antonio propusiera la celebración de pruebas deportivas alternativas. Una de las más espectaculares (y ahora les explico por qué) fue la solicitud y consiguiente autorización para celebrar la I Carrera en Sillas de Ruedas por la Avenida de la Albufera. Para que resultara más “fácil”, se optó porque el recorrido fuera cuesta abajo comenzando en Portazgo y finalizando en el Puente de Vallecas, frente a la Junta Municipal.

La velocidad que alcanzaron algunas de las sillas en el recorrido descendente fue tal, que en la Junta Municipal temieron que algunos de los participantes terminaran sin los dientes o con la cabeza rota. Afortunadamente no pasó nada, pero el susto fue tan mayúsculo que se optó por no repetir el experimento que, dicho sea de paso, fue todo un éxito.

La presencia y la cada vez mayor relevancia adquirida por Antonio Castilla al frente de la Peña Rayista Discapacitados, así como en actos reivindicativos de la afición rayista, le llevó a ser elegido vicepresidente de la Federación de Peñas del Rayo Vallecano el 6 de agosto de 2012. En aquella directiva, el presidente fue Ángel Domínguez Valentín “Gelo”, el tesorero Ángel Luis Sánchez “AngelOne” (Planeta Rayista), secretario Rubén Fernández (Peña Aficionados), y como vocales Francisco Peco (Peña El Cencerro), Carmelo Domingo (Peña El Cerro) y Antonio Jaraba (Peña Nuevo Estadio).

Cuando en noviembre de 2012 se constituye como asociación la Plataforma ADRV en respuesta a la negativa del recién llegado presidente Raúl Martín Presa a reunirse con los aficionados si no se hubieran constituido como asociación, Antonio Castilla ya forma parte de la directiva desde el primer momento con el cargo de secretario, siendo el presidente Rafael Alameda.

Las desavenencias con Raúl Martín Presa comienzan a intensificarse tras el comunicado que en junio de 2014 emiten Antonio Castilla y la Peña Discapacitados ante la negativa del Rayo Vallecano a admitir como discapacitados a aquellas personas que no acudan al Estadio de Vallecas en silla de ruedas, “lo que menoscaba los derechos de aficionados con muletas que padecen parálisis cerebral con una discapacidad superior el 33 por ciento”. La peña contaba por entonces con 426 socios de los cuales 45 eran abonados del Rayo Vallecano.

La negativa de Raúl Martín Presa a reunirse con los aficionados y a resolver los problemas de acceso al Estadio de Vallecas para las personas con movilidad reducida llevan a Antonio Castilla, Ángel Domínguez Valentín “Gelo” y Ángel Barranco, en representación de la Federación de Peñas del Rayo Vallecano, a aumentar la presión contra el Club reuniéndose con Mar Espinar, concejala del Ayuntamiento de Madrid, a la que plantean no sólo los problemas de acceso sino de seguridad general de la instalación.

Ángel Domínguez Valentín “Gelo”, Ángel Barranco y Antonio Castilla se reunieron con Mar Espinar, concejala del Ayuntamiento de Madrid, para tratar sobre el deficiente estado de conservación del Estadio de Vallecas. (© Foto: VALLECASWEB.COM)

El 14 de octubre de 2015 se trató en el Ayuntamiento de Madrid el lamentable estado de conservación y las deficiencias de acceso para personas con movilidad reducida del Estadio de Vallecas, a propuesta de la Federación de Peñas del Rayo Vallecano. Antonio Castilla, de espaldas, presenció en silencio dicha reunión. (© Foto: ANTONIO LUQUERO / Vallecasweb.com)

Castilla Ferrer siempre ha expresado sus ideas sin rodeos y sin miedo a nada ni a nadie. (© Foto: ANTONIO LUQUERO / Vallecasweb.com)


El cierre de la Línea 1 de Metro por obras trajo muchos problemas a los vecinos de Vallecas, pero agravados para las personas con movilidad reducida que debían utilizar como medio alternativo el autobús de la EMT. Antonio Castilla denunció la situación acompañado por el concejal Ignacio Benito (a la derecha) y su amigo Javier Sierra, a la izquierda. (© Foto: VALLECASWEB.COM)

En 2022 la Federación de Peñas premió a Coral Bistuer por su apoyo a las reivindicaciones de los aficionados del Rayo Vallecano. Su implicación fue tal que le costó el puesto de directora general de Deportes de la Comunidad de Madrid. En la imagen, con Esther García y Antonio Castilla. (© Foto: ANTONIO LUQUERO / Vallecasweb.com)

Los representantes rayistas detallaron los problemas de falta de higiene (muy evidente en los aseos), mostraron documentos que acreditaban la falta de luz en los accesos y salidas, cables colgando por techos y paredes, animales muertos, asientos deteriorados y, sobre todo, la documentación sobre la ITE (Inspección Técnica de Edificios) que resultó negativa en 2012. Tras la exposición de todo ello en una reunión mantenida en el Ayuntamiento de Madrid con todos los grupos políticos, en la que destacó la emocionada presencia de Antonio Castilla sentado en su silla de ruedas alrededor de la mesa de debate (octubre de 2016), el problema se trasladó a la Comunidad de Madrid que finalmente realizó la obra ejecutada en el lateral de la Avenida de la Albufera y la construcción de rampas, aseos y zonas para discapacitados en la tribuna de Arroyo del Olivar.

Antonio Castilla se ganó de esta manera la eterna enemistad del presidente del Rayo Vallecano, pero consiguió que una buena parte de sus reivindicaciones se vieran realizadas. Aún así, cuando hablabas con él sobre este tema, nunca veía esta situación como algo personal: “Presa no me odia sólo a mí, odia a toda la afición del Rayo Vallecano”, acostumbraba a decir.

Antonio Castilla también estuvo en las reuniones y comisiones que trataban los temas sociales, como la solicitud para que la Federación de Peñas del Rayo Vallecano estuviera representada en una caseta en las fiestas del Pueblo y el Puente de Vallecas. Allí, cada año, se realizaban sencillos pero sentidos homenajes de los aficionados a los rayistas más significados del año, tanto de la cantera como técnicos, Rayo Femenino y personalidades que apoyaban las reivindicaciones del Rayismo. Este año 2023, por ejemplo, se dieron premios a las niñas y niños que presentaron dibujos sobre el Rayo Vallecano.

Después de cada entrega de premios, los presentes siempre terminábamos celebrándolo con un carrusel infinito de mollejas, calamares, choricitos, morcillas y entresijos, acompañados de la sempiterna cervecita o una coca-cola. Antonio disfrutaba de todo lo que servían en la mesa y cuando alguien le decía que tenía que cuidarse, daba siempre la misma contestación: “¡Joder, que yo no tengo nada que perder!”.

Puedo asegurar —porque me vi en varias de esas celebraciones— que el día en que la Federación de Peñas entregaba los premios cada mes de septiembre en la caseta del Recinto Ferial del Pueblo de Vallecas, Antonio Castilla era un hombre inmensamente feliz.

De la misma manera, se rebelaba y enfadaba sobremanera si llegaba a sus oídos que una persona con necesidades o una familia con niños era rechazada para recibir ayuda por parte de los Servicios Sociales de Vallecas. Ante esta situación y desde el más absoluto anonimato, removía 'Roma con Santiago' para que las autoridades aceleraran el expediente y, si era necesario, les ayudaba él personalmente donándoles dinero o alimentos. Antonio nunca quiso o promovió que esto se supiera, pero creo de justicia hacerlo ahora.

Una muestra más de que Antonio Castilla no paraba está en que hace unos meses, una vez más, me lo encontré en apasionada conversación con el anterior concejal de Puente de Vallecas Borja Fanjul (quien también se mueve en silla de ruedas) decidiendo dónde poner pasos de peatones adaptados en el cruce de la calle de Pío Felipe con la Avenida de la Albufera. Antonio lo tenía casi convencido.

Alicia Gómez Prada, guardameta y capitana del Rayo Vallecano, recibió un premio de la Federación de Peñas por su compromiso con los valores que representa la afición rayista. (© Foto: ANTONIO LUQUERO / Vallecasweb.com)

El 5 de abril de 2013 la afición rayista se movilizó contra la prohibición de poder realizar conciertos durante las Jornadas del Rayismo, recorriendo en manifestación la Avenida de la Albufera. ¿Adivinan quién iba delante de la pancarta? (© Foto: ANTONIO LUQUERO / Vallecasweb.com)

No hay acto organizado por aficionados Rayistas que no acabe en cervecita. Antonio Castilla siempre lo celebraba a lo grande. (© Foto: ANTONIO LUQUERO / Vallecasweb.com)

Uno de los últimos eventos en los que participó Antonio Castilla fue en la entrega de un premio a la tristemente desaparecida Peña Rayista 2004. Lo recogieron Dámaso Barroso y Paco Piris. (© Foto: ANTONIO LUQUERO / Vallecasweb.com)

Antonio Castilla (a la derecha) con un compañero de su peña en la zona reformada para aficionados con movilidad reducida en la tribuna de la Avenida de la Albufera. La imagen es el 26 de abril de 2023. (© Foto: ANTONIO LUQUERO / Vallecasweb.com)

No hace mucho me lo volví a encontrar en la calle. Nos paramos un buen rato a charlar en la acera y cuando ya nos íbamos a despedir, una señora se paró ante nosotros y tras observar a Antonio detenidamente, dirigiéndose a él le dijo:

— ¡Uy, pobrecito, mira cómo está! ¿No tienes a nadie en casa que te cuide?
A Antonio le cambió el semblante, se puso serio como nunca le había visto y con voz enfadada pero pausada contestó:
— Señora, ¿no cree usted que esa es una pregunta muy personal?
Se hizo el silencio.

Buscando en mi archivo fotográfico para ilustrar la triste noticia de la desaparición de Antonio Castilla me he encontrado con cientos de fotografías en las que aparece él en los más diversos lugares, en las más variadas situaciones, reivindicando multitud de cosas... En muchas ocasiones le decía: “¡Venga, vamos a celebrar que nos hemos encontrado otra vez, te voy a hacer una foto!”. Y ahí estaba él posando de nuevo, a veces harto porque el pegaba el sol de cara… pero sonriente.

Hace tiempo que me di cuenta de que en la mayoría de imágenes aparecía Antonio sonriendo, y sonriendo mucho. Porque pese a lo que pudiera parecer, este conductor “suicida” de silla de ruedas tenía mucha retranca y sentido del humor. Incluso cuando hace unos meses fui a verle al hospital tras un arrechucho de esos que le pegaban de vez en cuando, me recibió con una sonrisa tras la cual añadió después: “¡Luquero, estoy jodido!”. Y aunque parezca mentira, nos echamos allí unas risas.

Me quedo con el recuerdo de que siempre que me encontraba con él o le llamaba por teléfono me saludaba igual: “¡Qué tal, amigo!”. Por eso hoy no tengo por más que despedirme de él de la misma manera, porque lo siento así: “¡Hasta siempre, amigo!”.

(*) En la imagen que abre esta información, Antonio Castilla con una réplica de la Copa del Mundo que estuvo en la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano. (© Foto: ANTONIO LUQUERO / Vallecasweb.com)