Sara Rodríguez | Vallecasweb
Las Fiestas de Villa de Vallecas 2014 arrancaron con calor. Calor en lo meteorológico, con una temperatura cercana a los 30 grados centígrados a las 9 de la noche, y calor en lo emocional. Tras el discurso de bienvenida pronunciado por el concejal presidente del distrito, Manuel Troitiño, llegaron el pregón de Paco Jémez, entrenador del Rayo Vallecano, y el concierto de la eterna Karina, que atrajo a un público muy variopinto.

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Pero no nos adelantemos. Con puntualidad británica daba comienzo el primer acto de las Fiestas de Villa de Vallecas 2014; la Banda de Música de la Policía Municipal de Madrid regalaba a los presentes un amplio repertorio de música moderna que hizo las delicias del respetable, aunque hubo alguna crítica respecto a la ubicación de la banda. Este año, debido al concierto de Karina, se les trasladó un poquito más arriba, justo encima de la escalinata de la iglesia de San Pedro Ad Víncula, lo que alejó a los músicos —y su música— del público. Pese a que por esta causa sonaron con menos fuerza de lo habitual, salieron airosos del trance.

El concejal Manuel Troitiño dio a continuación la bienvenida a los vecinos, y presentó al pregonero Paco Jémez, quien recibió una calurosa ovación. Justificó la elección de Jémez como pregonero de las Fiestas 2014 por sus triunfos deportivos, su trayectoria como futbolista, su vinculación con Vallecas y “por estar batiendo importantes registros, como haber conseguido la mejor clasificación del Rayo en la historia en Primera División”.

La Banda de Música de la Policía Municipal de Madrid tuvo que dar su concierto desde la explanada de la iglesia de San Pedro Ad Víncula. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

Numerosos vallecanos siguieron con interés los actos de inicio de las Fiestas Patronales de la Villa. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

El concejal Manuel Troitiño junto al pregonero de las Fiestas de 2014, el entrenador del Rayo Vallecano Paco Jémez. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

“Paco es un hombre de carácter y está inculcando al equipo valores de lucha, superación y compromiso, desde la humildad y la honradez, señas que nos identifica a nosotros, a toda esta gente, como vallecanos”, añadió.

Tras el pregón de Paco Jémez, que tuvo lugar a continuación, se produjo una pequeña desbandada en la zona de “autoridades”, ya que tenía lugar un pequeño ágape —un “agapito”— que nadie quiso perderse en la sede de la Junta Municipal.

Las ausencias no importaron, porque en ese momento llegó Karina. La cantante jienense arribó a Vallecas con ganas de cantar, y rompió las expectativas de aquellos que se quedaron a ver cómo empezaba aquello, para “largarse” inmediatamente después.

La Karina que cantó en Vallecas es una mujer entrada en años —setenta, para ser exactos— cuya voz, evidentemente, no es la misma de cuando tenía veinte, pero llegó al escenario instalado en la Plaza de Juan de Malasaña con ganas de agradar, y lo logró con un espíritu humilde y cercano.

Karina hizo gala de su buen humor durante su concierto en Vallecas. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

El público coreó al unísono algunas de las canciones más conocidas de la cantante andaluza. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

La iglesia de San Pedro Ad Víncula es un escenario magnífico para un concierto como el de Karina. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

No sólo los curiosos no se marcharon, sino que de allí no se movió nadie, ni jóvenes ni mayores. Con la plaza a reventar, Karina, toda dulzura, desgranó en directo un amplio repertorio de sus éxitos de siempre: “El baúl de los recuerdos”, “Romeo y Julieta”, “La flechas del amor”… Lo hizo en directo, sin trampa ni cartón, aunque con algún play back de apoyo en aquellas canciones que en el original llevan a ella misma como una segunda voz. Es decir, que no hubo truco.

Karina, con su eterna sonrisa y su decidido deseo de mostrar que se encontraba a gusto en Vallecas, se metió a los vallecanos en el bolsillo. Con ella subió el calor, y eso que rondábamos ya los treinta grados en una noche sin sobresaltos, en la que el único susto fue para las cigüeñas de la iglesia. Tras el grito de Troitiño de “¡quedan inauguradas las fiestas!”, sonó un “zambombazo” seguido de una coronita de humo blanco, que ascendió suavemente a los cielos, provocando que los animalitos huyeran despavoridos del campanario y tejados aledaños. Por lo visto, no están las cigüeñas para cohetes, ni algunos corazones para estas pólvoras inesperadas…

(*) En la imagen que abre esta información, Karina inauguró las Fiestas de Villa de Vallecas con lo mejor de su popular repertorio. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

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