Juan Jiménez Mancha | Vallecasweb
Vallecas mantenía antes de la Guerra Civil un gran desarrollo como pueblo, como podemos apreciar en dos guías, una de 1929 y otra de 1936, consultables íntegras de manera gratuita, e incluso descargables desde casa en escasos segundos, que nos permiten investigar sobre su historia o recrearnos en su atractivo pasado.

Los ejemplares pertenecen a la Biblioteca Histórica Municipal de Madrid. Tenemos acceso a ellos entrando en su catálogo en red o a través del buscador de la web de la Biblioteca Digital Memoria de Madrid, responsable de su digitalización. Los enlaces directos a las guías son los siguientes: Guía Descriptiva de Vallecas (1929) y Guía Práctica de Vallecas, Puente y Villa (1936).

Memoria de Madrid nos ofrece la posibilidad de encontrar, además, textos y fotografías en otros libros, documentos y prensa antigua, con tan solo introducir el término Vallecas (o Entrevías, Doña Carlota, o cualquier palabra o expresión que pueda proporcionar resultados) en su buscador, llevándonos a continuación a los ejemplares digitalizados, también rápidamente descargables.



La utilidad de las guías es enorme. Las dos poseen una estructura similar, pero cada una tiene sus propias características. Coinciden en el retrato que hacen de un Vallecas lleno de vida. Ambas aportan datos sobre el ayuntamiento y sus dependencias y ordenanzas, numerosos anuncios de los comercios y unos callejeros que son auténticas joyas para la investigación, además de ser de los pocos que se conservan de los pueblos que se anexionaron a Madrid a mediados de los años cincuenta del siglo pasado.

Guía descriptiva de Vallecas, 1929
La escribió el periodista afincado en Vallecas Federico Iglesia Traverso, con prólogo de M. Martínez de la Riva. Se editó en la madrileña imprenta de San Martín. Consta de 76 págs. Abre sus páginas con el escudo monárquico de Vallecas, al que sigue una foto del autor y una semblanza escrita por éste del alcalde del municipio, Adolfo Salvador y León, con foto al final.

La guía combina los apartados prácticos con textos sobre la historia y la sociedad vallecanas. Ofrece un directorio, por orden alfabético, del vecindario que tenía oficio o comercio, con columnas dedicadas a sus profesiones, direcciones y teléfonos. Se alternan estos contenidos con magníficos anuncios de todo tipo: tejares, vaquerías, tahonas y despachos de pan, bares y restaurantes, carbonerías, tiendas de ultramarinos, carnicerías, pescaderías, cines, etc. Una infinidad de negocios y empresas que dibujan un bullicioso pueblo.

El callejero detalla el inicio y fin de cada vía y el distrito de pertenencia. Algunos nombres se mantienen en la actualidad, pero otros son distintos. La avenida de la Albufera era entonces la avenida de Alfonso XIII.

Portada de la Guía Descriptiva de Vallecas publicada en 1929. (Foto: GUÍA DESCRIPTIVA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

Escudo de Vallecas con la corona real. (Foto: GUÍA DESCRIPTIVA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

Los epígrafes sobre historia y sociedad de Vallecas son de gran interés, como los dedicados al origen de la Villa, su geografía, distritos, comunicaciones, carácter y costumbres, colegios, Cerro Almodóvar, Santuario de Nuestra Señora de la Torre, Hospital de San Ignacio de Loyola, Ayuntamiento (entonces en Villa de Vallecas, en la plaza de la Constitución), establecimientos públicos… La guía incluye al final un “Índice de capítulos” propio de un detallado libro —como es— y un “Índice de grabados”, que es más bien de fotografías.

Algunos textos nos remiten a episodios históricos muy evocados en Vallecas, como la leyenda del origen del municipio:

“Según la tradición, en tiempos de la Reconquista (1492), un árabe llamado Kas, se hizo dueño del hermoso valle que existía donde hoy se halla esta Villa y allí edificó una casa, en la llamada calle de Pajeros (hoy Biencinto), varias chozas para viviendas de los pastores y diversos rediles para sus considerables ganados, que tenía aposentados en varios kilómetros a la redonda, aprovechando su hermosa vegetación y abundancia de aguas, en particular por los cerros conocidos por Valdeasnos, La Cabaña, El Bravo y de Los Tres Arbolitos, así como por todo el contorno conocido hoy por Valderribas. Al arrojar los cristianos a los árabes de Castilla, el guerrillero Kas tuvo que abandonar sus tierras y sus varias construcciones, dirigiéndose con toda su gente al reino de Granada, que fue el último baluarte de la morisma. Apenas había salido Kas de Castilla, cuando ya se posesionaron de su valle, de su casa y de sus chozas, varios vecinos de un pueblecillo que se encontraba a unos cinco kilómetros de la actual Villa, denominado Torrepedrosa, nombre indudablemente tomado por la torre de piedra que en él habían edificado los árabes”.

La guía describe el clima de Vallecas como “sano”, pero lanza una indirecta al considerar que lo sería aún más si se observaran “con rigor las reglas establecidas sobre higiene pública y privada”. También avisa de que el clima es seco pero con temperaturas que pueden alcanzar los 48 ºC, aunque quita hierro al asunto al afirmar que "es menos elevada a la que corresponde por su latitud". Tampoco hay que alarmarse... ¿qué son 48 º C en verano para un vallecano?, nada. (Foto: GUÍA DESCRIPTIVA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

Frente a la salida del Metro en Puente de Vallecas, el café Bar Carbajo ofrecía “todos los adelantos modernos de su industria” y un gran salón para “lunchs, bodas y reuniones”. (Foto: GUÍA DESCRIPTIVA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

El servicio de Automnibús Interurbanos no contaba con tarjetas de transporte como en los tiempos modernos, pero ofrecía un servicio extraordinario a los obreros que iban desde la Villa al Puente o viceversa por el módico precio de 30 céntimos de peseta. Eso sí, tocaba madrugar, porque cogerlo más allá de las 8 de la mañana suponía un incremento de 10 céntimos en el billete. (Foto: GUÍA DESCRIPTIVA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

¿Cómo éramos los vallecanos en 1929? Tomen nota: “altos, delgados y de buena constitución, joviales de trato; serios, formales; valientes y arrojados en los momentos de peligro”. Lo peor de nosotros salía cuando nos tocaban las narices: “de carácter pacífico, se exaltan cuando se les ofende y, sin ser pendencieros, no sufren con paciencia la ofensa”. Ahora, digan la verdad: ¿se identifican con esta descripción? (Foto: GUÍA DESCRIPTIVA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

Antes de que en Vallecas reivindicáramos un puerto de mar ya disponíamos de un La Mar en Vinos con los mejores géneros “de toda la barriada”, talleres de coches (cuya presencia abunda en la actualidad), una casa donde se vendían “vinos finos de mesa” de cosecha propia y una vaquería, con vacas de verdad, que repartía leche recién ordeñada a domicilio. (Foto: GUÍA DESCRIPTIVA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

“La Valenciana” anunciaba con orgullo sus morcillas mientras la Ferretería de Eusebio Hernández  vendía herrajes para obras, material eléctrico y baterías de cocina en la calle de La Presilla. (Foto: GUÍA DESCRIPTIVA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

El directorio incluido en la guía ofrece toda una lección de historia con un muestrario de los oficios de Vallecas en 1929. Nos detalla quién era y dónde localizar al recaudador de impuestos, el vaquero, el concejal, el teniente de la Guardia Civil, el fabricante de mosaicos, el abogado, el responsable de la inspección sanitaria… (Foto: GUÍA DESCRIPTIVA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

El callejero detalla todas las calles desde su inicio hasta su fin, indicando qué barrios de Vallecas atravesaban. Algunas de estas calles terminaban en campo abierto. (Foto: GUÍA DESCRIPTIVA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

La Guía Descriptiva de Vallecas contaba con un índice pormenorizado de sus contenidos y el aviso, siempre recurrente, de que previamente habían sido revisados “por la censura”. Así pues, todos tranquilos… (Foto: GUÍA DESCRIPTIVA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

Las fotografías y dibujos que contiene la guía aparecen reflejados en un índice aparte. (Foto: GUÍA DESCRIPTIVA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

Otros textos, con los que se puede estar hoy de acuerdo o no, resultan sorprendentes, como el dedicado al aspecto físico y carácter de los vallecanos, donde se dice que por lo general son altos; delgados, pero de buena constitución; de trato joviales, pero a la vez serios y formales; “valientes y arrojados en los momentos de peligro”, pero —y aquí puede venir hoy el desacuerdo— “en general apáticos a toda reforma progresiva”. A continuación, se habla de su carácter pacífico, “aunque se exaltan cuando se les ofende”, afirmación última en la que seguramente existe actualmente más consenso.

Este apartado, y otros como los dedicados al clima propio, ponen de manifiesto el elevado grado de autonomía del pueblo antes de la Guerra Civil. Vallecas, tras siglos de independencia, conservaba una identidad propia muy acusada.

Guía práctica de Vallecas, 1936
Más rara de encontrar es la guía de 1936, de la cual no posee ejemplar ni la Biblioteca Nacional. Añade a su valor intrínseco el hecho de que se publicase poco antes del estallido de la Guerra Civil. Sus páginas son instrumentos decisivos para conocer el Vallecas que precedió al conflicto bélico.

La guía se editó en la Imprenta Moderna, la más popular e importante de Vallecas, ubicada en la calle Melquiades Biencinto nº 12 y propiedad del industrial Tomás Esteras Nalvalpotro, que sería presidente de la Agrupación Deportiva Rayo Vallecano de 1958 a 1961. Consta de 186 páginas.

La autoría correspondió a la Guardia Municipal de Vallecas. En concreto a varios de sus subalternos en nombre de este cuerpo, como se expresa en una de las páginas iniciales. Su razón —expresan los autores— era ser útil al “simple vecino”, servir para aclarar sus dudas y responder a preguntas que habitualmente se les formulaba.

El callejero, que mantiene la estructura de la guía de 1929, da cuenta de las variaciones toponímicas fruto de los cambios políticos. De hecho, dedica una página a especificar las modificaciones de nombre producidas. El ayuntamiento ya estaba en Puente de Vallecas, en la calle Sanchís Banús nº 1, denominación que tenía entonces la calle de Nuestra Señora del Carmen, hoy Puerto del Monasterio. La avenida de la Albufera había pasado a llamarse avenida de la República.

Portada de la Guía Práctica de Vallecas (Puente y Villa) impresa en 1936 en la reconocida Imprenta Moderna. (Foto: GUÍA PRÁCTICA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

Varias imprentas ofrecían sus servicios en Vallecas, de ahí que empresas como la de Ángel Ropero, especialista en venta y reparación de maquinaria de Artes Gráficas, tuviera su mercado. Como lo tenía El Portal de Belén, que ofrecía asados al horno y sus tortas y mantecados especiales desde su local, con amplio salón, de Martínez de la Riva nº 3. (Foto: GUÍA PRÁCTICA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

En 1936 Vallecas contaba ya con más de cincuenta y seis mil habitantes y estaba dividido en ocho distritos. Con tamaña población, era de entender que negocios para la diversión como el cine Frutos triunfaran en la época, ofreciendo películas en español y superproducciones extranjeras. (Foto: GUÍA PRÁCTICA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

Los cambios políticos propiciados por el final de la Monarquía y el establecimiento de la II República hicieron que numerosas calles de Vallecas cambiaran de nombre, hecho contemplado en la guía. Algunas de esas calles volverían a cambiar de nombre tras la anexión de Vallecas a Madrid en 1950 para evitar la duplicidad de denominación con algunos ya existentes en la capital. (Foto: GUÍA PRÁCTICA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

Las tiendas de alimentación eran primordiales para abastecer a la numerosa población de Vallecas. En 1936, Casa Manchado anunciaba los ricos productos de la marca San Diego como las tortas de aceite ymagdalenas. (Foto: GUÍA PRÁCTICA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

El listado detallado de las calles era de gran utilidad para los vecinos, que gracias a la guía podían conocer mejor su ubicación. (Foto: GUÍA PRÁCTICA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

Tener un traje no sólo era una muestra de distinción; servía además para salir a la calle “los domingos y festivos”, días en los que los vecinos —sobre todo los obreros— se permitían vestir de manera “más elegante”. (Foto: GUÍA PRÁCTICA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

Quienes piensen que el reciclaje es cosa de los tiempos modernos se van a llevar un chasco al comprobar que ya en 1936 se reutilizaba todo, incluida la ropa. ¡Y que se desinfectaba en una cámara especial! (Foto: GUÍA PRÁCTICA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

La existencia de cerámicas como la de Puig o tejares era muy habitual en algunas zonas de Vallecas, especializadas en fabricar ladrillos y tejas para la construcción. (Foto: GUÍA PRÁCTICA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

Coger un taxi tampoco es algo de ahora. En 1936 las tarifas aprobadas por el Ayuntamiento de Vallecas contemplaban un precio de bajada de bandera de 60 céntimos de peseta, más otros 60 céntimos por kilómetro recorrido. Entre las peculiaridades, se especificaba que llevar en el taxi sombrereras, portamantas o bolsos de mano sería gratis siempre que no fueran más de tres bultos, y que dos niños mayores de 3 años pero menores de 10 se considerarían como un adulto. Llevar un perro, siempre y cuando el taxista no se negara a hacerlo, costaba una peseta. (Foto: GUÍA PRÁCTICA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

La vallecana Imprenta Moderna, muy prestigiosa y conocida, fue la encargada de imprimir la Guía Práctica de Vallecas de 1936. De ahí que no tuvo problema en incluir su propia publicidad en una doble página con solapa plegable. (Foto: GUÍA PRÁCTICA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

Los servicios regulares de coche de línea unían el Puente y la Villa de Vallecas por el módico precio de 25 céntimos de peseta. La frecuencia del servicio, cada quince minutos, batía por goleada a algunas líneas de la EMT actual. (Foto: GUÍA PRÁCTICA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

Resultaba muy útil a los vallecanos el listado, por orden alfabético, de los principales comercios y servicios existentes, con algunos oficios hoy desparecidos en el Vallecas como las alpargaterías. (Foto: GUÍA PRÁCTICA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

A diferencia de otros negocios, las tiendas con productos de alimentación surgían por doquier en todo Vallecas. Como la mejor fábrica de patatas fritas del Puente, “La Roja”. (Foto: GUÍA PRÁCTICA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

Las panaderías y tahonas han gozado de un reconocido prestigio e implantación en Vallecas, como lo demuestra el listado publicado en la guía donde, además, siempre aparecía algún consejo de interés: “Contra dolores, grippe y enfriamientos, Sanospirina”. Tomen nota para cuando llegue el invierno… (Foto: GUÍA PRÁCTICA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

La guía, al contrario de la de 1929, no contiene textos históricos, ni de análisis del presente del pueblo, pero, en cambio, es profusa en anuncios y en el directorio comercial, organizado, para mayor eficacia, por categorías de tiendas e industrias. Sólo en las primeras páginas se comenta la ubicación de varios “parajes”, “de sobra conocidos”, que se encuentran “diseminados” y sobre los cuales pueden producirse problemas de orientación: Alto del Arenal, Cerro de Buenos Aires, Colonia de Pío Felipe (años más tarde llamada del Tío Pío) y Huerta de Hachero.

Tanto la guía de 1929 como la de 1936 son dos libros de un valor documental extraordinario. Tenerlas al alcance en instantes y sin desplazamiento alguno es una suerte para los vallecanos y los madrileños. ¡Que las disfruten!

MÁS INFORMACIÓN
► Biblioteca Histórica Municipal de Madrid: catalogoenred.
► Biblioteca Digital Memoria de Madrid: buscadorweb.

¿DÓNDE DESCARGAR LAS GUÍAS?
► Guía Descriptiva de Vallecas (1929): descargarpdf.
►Guía Práctica de Vallecas, Puente y Villa (1936): descargarpdf.

(*) En la imagen que abre esta información, detalle de la portadilla interior de la Guía Práctica de Vallecas editada en 1936. (Foto: GUÍA DESCRIPTIVA DE VALLECAS, BIBLIOTECA HISTÓRICA MUNICIPAL DE MADRID / Vallecasweb.com)

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