28 Agosto 2012

El Rayo le da la vuelta a la clasificación

Publicado en Deportes

BETIS 1- RAYO 2: EL SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO

Antonio Luquero / Vallecasweb
Jesús Diego Cota, quien fuera Gran Capitán del Rayo Vallecano, aseguraba, en sus tiempos de futbolista, que para ver al Rayo en los primeros puestos de la clasificación, solía dar la vuelta al periódico. Sólo de esta manera, con el papel impreso bocabajo, lograba alejar al Rayo de los puestos de descenso. Cota hablaba así tras el espectacular arranque de la temporada 1999-2000, con el que el Rayo lograba situarse durante cuatro jornadas en lo más alto de la tabla. A la postre, y tras una excepcional campaña, conseguiría acceder a Europa por primera vez en su historia.

La reciente victoria de los de Paco Jémez ante el Betis (1-2) ha permitido, de nuevo, ver al Rayo en los puestos de arriba sin tener que dar la vuelta al periódico. Incluso fugazmente, durante unas horas, los vallecanos estuvieron líderes provisionales.

Abundando más en lo excepcional del asunto, hasta se ha hablado en círculos supravallecanos de la buena pinta que tiene Leo Baptistao, el canterano de origen brasileño que dio un gol y logró el otro tras una magnífica jugada.

Si tiramos de lógica -y para nuestra desgracia-, este Rayo que ahora mismo acaricia los puestos de Liga de Campeones no podrá ocupar este lugar durante mucho tiempo. Recordemos que el Campeonato está diseñado para que sólo dos equipos puedan ganarlo, convirtiendo al resto en meras comparsas que serán, con toda probabilidad, carne de goleada. Y nuestros vecinos de camiseta blanca que ahora lloran por tener tan sólo un punto de los seis en juego, nos pasarán en breve con su tráiler cargado de figuritas millonarias. Es ley de vida: el grande se come al chico, y el rico se como al pobre.

Mientras esto sucede, en Vallecas disfrutaremos de este puesto que sabe a gloria, con un Rayo que jugó bien y una plantilla que debemos conseguir entre todos que se involucre, por el equipo, por la afición, y por el barrio. A lo mejor suena la flauta y resulta que todo no fue el producto del sueño de una noche de verano.

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