06 Junio 2012

Entrevista Raquel Guzmán, psicóloga infantil y juvenil

Escrito por Antonio Luquero, Publicado en Actualidad

El niño nunca es el problema

Cuando un niño presenta un problema de conducta o de otro tipo, los adultos solemos "liquidar" el tema con una frase que aparentemente lo soluciona todo: "son cosas de niños". Sin embargo, en la mayoría de los casos, no todo es tan sencillo. Desde su consulta en Vallecas, la psicóloga Raquel Guzmán nos da las claves con otra frase, esta sí más contundente: “El niño nunca es un problema, sino que "tiene un problema".

P: ¿Qué tipo de problemas se tratan en una consulta psicológica como la tuya?

R: Tratamos específicamente con niños y adolescentes, intentando averiguar cuándo hay un problema en la convivencia en casa, por qué los niños presentan un problema de conducta, en el rendimiento escolar, o de trato con sus hermanos y con otros compañeros. Los más frecuentes son la falta de atención y de concentración, lo que se manifiesta por tanto en el rendimiento escolar. En los adolescentes hay problemas de comunicación y relación con los padres y, en general, problemas de adaptación.

P: ¿Hay solución para los niños que tienen problemas con los estudios?

R: Siempre hay alguna solución, pero lo que no se puede pretender es que el psicólogo tenga una varita mágica. Implica trabajo y, además, trabajo de todas las partes. Desde esta consulta hacemos un trabajo multidisciplinar: hablamos con los tutores, con los profesores, con los padres, y tratamos al niño. Los padres deben entender muy bien que el niño no es el problema, sino que el niño “tiene” un problema, que es una cosa muy diferente. Todo el mundo tiene que cambiar comportamientos y trabajar en pos de que el niño pueda lograr sus objetivos. Sí que se puede, y siempre hay tiempo para solucionar las cosas.

P: ¿Se puede solucionar la falta de concentración en niños que se distraen con una mosca que les pase por delante?

R: Sí, hay ejercicios de concentración y pautas que marcamos desde aquí, que van desde concentración en una lectura para que se haga comprensiva y sean capaces de explicarla, hasta que  se concentren en un cuadro y sepan ver determinadas cosas.

P: ¿Los niños “cobardicas” y apocados también tienen un problema?

R: Sí, y hay terapia para todo tipo de cosas, en este sentido has dado en el clavo. Los niños que son apocados y se muestran más acobardados, por ejemplo en las relaciones con sus compañeros, es porque tienen una falta de seguridad y una autoestima muy tocadas. Hay que trabajar en su autoestima, hacerles ver que son capaces, que pueden, mejorando su seguridad.

P: ¿Hay solución para los niños agresivos, que pegan, y que no hacen caso ni a padres ni a profesores?

R: Claro. Estos niños son todo lo contrario en cuanto a los límites. A estos niños nadie les ha puesto un límite. Vienen padres con niños que no tienen ni tres años diciendo que ya no pueden con él, y si no puedes con él cuando tiene tres años, pues imagínate cuando tenga diez. Lo que deben tener muy claro es que hay que poner límites, que no pasa nada, que es lo normal y que eso es educar.

P: Has trabajado con “Supernanny”, una persona que gracias a la televisión ha puesto de moda todo lo relacionado con el comportamiento infantil. ¿Qué aporta este tipo de programas a un trabajo como el tuyo?

R: Con Rocío Ramos-Paul, que es el nombre de “Supernanny”, aprendí la experiencia de una gran profesional que sabe cómo tratar a los niños. Creo que este tipo de programas son muy interesantes porque a los padres les hacen ver de una forma sencilla y con mucho cariño que se pueden reconducir conductas que no hacen más que crear tensión en casa. Sí conviene aclarar que estos programas se fundamentan mucho en problemas de conducta; no aparecen niños autistas, niños con retraso, etc., porque cuando hay problemas cognitivos no se pueden tratar igual.

P: ¿En qué consiste una sesión con un psicólogo?

R: Depende de cada caso. En el caso de los niños, hacemos primero una entrevista inicial con los padres en la que se plantea cuál es el problema, y luego con los niños estamos normalmente unos 50 minutos máximo a la semana.

P: ¿Está el padre o la madre en la consulta?

R: Tras la primera consulta a solas con los padres, en la segunda el niño está un ratito conmigo y con ellos, pero pasados unos minutos en los que el niño ve que aquí no hay nadie con bata y que estamos jugando y que no hay nada que les asuste, lo normal es que se queden perfectamente aquí solos y es mejor, porque la sola presencia de los padres hace que los niños no se manifiesten de una forma natural. Y los adolescentes por supuesto vienen solos.

P: ¿Hay algún  tipo de comportamientos que la gente no considera importantes, y luego lo son verdaderamente?

R: Sí, Estoy viendo cada vez más en los niños una cosa que en Psicología llamamos “intolerancia a la frustración”, que consiste en que los niños cogen unas rabietas bastante espectaculares no sólo a los 3 años, que es normal, sino a cualquier edad. Cuando no se les da lo que ellos quieren, inmediatamente hay unos comportamientos muy exagerados de llantos, de gritos… Es normal que haya rabietas, pero hay que ir encauzándolo.

P: ¿Es cierto que los jóvenes de hoy en día van muy por delante en vivencias de lo que debieran ir?

R: Es verdad que los niños de ahora están sobre estimulados; tienen la estimulación de la televisión, el ordenador, los videojuegos, y ven muchísimas cosas mucho antes que nuestras generaciones veíamos años atrás. Hay cosas en las que ahora no hay control; en generaciones pasadas había una televisión con dos canales y eso rápidamente se controlaba. Ahora los padres no tienen fácil controlar la cantidad de cosas que ven los niños.

P: Ya para terminar ¿se te ha dado el caso de padres que hayan venido hablándote del problema de sus hijos, y hayas detectado que en realidad el problema son los padres?

R: Completamente, porque también hay varios adultos que vienen a consulta. Hay muchísimos casos en los que han traído a los niños y luego se ha manifestado un problema de pareja fortísimo, por lo que hemos tenido que tratar el problema de la pareja y eso se ha notado posteriormente en la personalidad y el rendimiento de los hijos.

MÁS INFORMACIÓN

Raquel Guzmán, psicóloga infantil y juvenil.
Consulta: Gimnasio Mabuni (C/ Adrada de Haza, nº 2). Metro: Alto del Arenal y Buenos Aires.
Teléfono: 652 56 93 34
www.raquelguzman.es

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